viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Democracia en EE.UU?

Hace un tiempo atrás un amigo de Estados unidos, me dijo que no creía que en su país hubiera democracia, al principio asentí, porque me pareció que ningún país que sólo tiene dos candidatos que rigen su futuro, puede ser muy democrático ¿les parece conocida esta situación? Sí, lo mismo sucede en Chile, aunque hoy vivimos tiempo muy distintos a lo que generalmente a primado en nuestro país.
Pero en esta pequeña columna no vamos a hablar de nuestro país, sino que continuaremos con el hemisferio norte. EE. UU tiene una democracia complicada no sólo porque comunmente sus votaciones se han basado en dos candidatos que rigen las presidenciales, sino porque generalmente queda un tercio de los votantes a fuera de las elecciones, los que no votan deciden abstenerse por una constante decepción y poca credibilidad al cambio. (Aunque estas elecciones hubo la mayor participación jamás vista antes).
Ahora lo interesante sería el preguntarse el ¿por qué? de esta abstención, el ¿por qué? de la decepción. Seguro social, leyes de inmigración, salud, guerra, son algunas de las respuestas que encontramos en este pequeño reportaje de TVE.

EE.UU, una democracia limitada.

(pincha la imagen para ver el video)

miércoles, 16 de septiembre de 2009

BANCO MUNDIAL, OEA Y FSP PRESENTAN ESTUDIO SOBRE GARANTÍAS SOCIALES PARA LATINOAMÉRICA

Banco Mundial junto a la OEA y la Fundación Superación Pobreza, dieron a conocer ayer en la sede del Banco Mundial en Washington D.C. el estudio “Construyendo Igualdad y Oportunidades a través de Garantías Sociales”. El cual utiliza como principal ejemplo la política de salud Auge de Chile.

10 de septiembre 2009, Washington D.C.

Con la presencia de José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA y Pamela Cox Vicepresidenta de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, se realizó ayer el lanzamiento oficial del libro “Building Equality and Oportunity Through Social Guarantees”, a cargo de Andy Norton, Especialista Líder del Departamento de Desarrollo Social del Banco Mundial y Rodrigo Jordán, Presidente de la Fundación para la Superación de la Pobreza (FSP).

Este estudio analiza el comportamiento de las políticas sociales de ocho países de Latinoamérica (incluido el caso chileno) y Sudáfrica, además propone mecanismos para fortalecerlas y avanzar hacia sistemas más integrados que aseguren umbrales mínimos de bienestar para quienes viven en situación de pobreza y vulnerabilidad social.

En esta ocasión Cox, hizo referencia a la desigualdad en América Latina y el Caribe, puntualizando en que hoy las tareas pendientes en esta zona ya no son únicamente la existencia de los derechos, sino que el ejercicio de ellos, “no es sólo importante tener el derecho, sino que garantizar que se cumplan”, acotó. Asimismo la Vicepresidenta, destacó el ejemplo del Plan Auge en Chile, y señaló “Si la gente no tiene este tipo de garantías, no podemos sobrevivir o superar la pobreza, en nuestros países”.

Por su parte, el Secretario General OEA, José Miguel Insulza, destacó el rol de la Fundación Superación de la Pobreza en Chile en su constante tarea de abordar las problemáticas sociales que repercuten en el país y en la elaboración de propuestas de políticas públicas que han contribuido a la superación de la pobreza en el país. Al respecto señaló, “este organismo de la sociedad civil, representa muy bien cómo deben discutirse las problemáticas que son importantes de tener en cuenta en la constante tarea de la superación de la pobreza (…), además logra establecer distintas formas para implementar estas garantías”.

Finalmente Rodrigo Jordán, Presidente de la Fundación, a 10 días de haber entregado a los candidatos presidenciales la propuesta “Umbrales Sociales para Chile”, relevó la necesidad de revisar e introducir las adaptaciones necesarias a la institucionalidad social, de modo que dé adecuada respuesta a los desafíos de gestión y provisión inmediata de los bienes y servicios garantizados. Destacó “sin duda tenemos el insoslayable desafío de contar con dispositivos que permitan reclamar ante el incumplimiento de alguna de las garantías y requerimos de instancias que aseguren la participación de los usuarios en el diseño y evaluación de políticas en educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos”.

Al encuentro asistieron Embajadores ante la OEA, Dante Contreras, representante de Chile ante el Banco Mundial y más de 60 especialistas en temas sociales de diversos países.

lunes, 31 de agosto de 2009


Por Juan Ignacio Irigaray

BUENOS AIRES:-Un día se marchó de Buenos Aires y vaya si recorrió mundo. En 30 países publicaron sus andanzas y fue traducida a una veintena de idiomas. Se convirtió en la heroína de cómic más famosa de América Latina. Cuarenta años y varios premios después, por fin ha regresado a San Telmo, su barrio porteño y natal. Mafalda se quedará allí para siempre.

La escultura de la niña filósofa de la historieta, en tamaño real, está sentada desde este domingo sobre un banco emplazado en la esquina de las calles Chile y Defensa, a pocos metros del piso en donde ella nació y 'vivió' con su creador, el humorista gráfico argentino Joaquín Salvador Lavado (77), alias 'Quino', como se le conoce popularmente a este artista hijo de andaluces.

Mafalda viste a la moda de los años 60: un vestido de color verde, calcetines blancos y zapatos de tira. Luce los mismos ojos de asombro ante la sociedad, esa mirada pesimista y a la vez tierna con que interpeló a la condición humana. Si hasta parece repetir una de sus frases: "Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo".

Residente desde hace años en Italia, Quino ha regresado unos días a Buenos Aires para recibir este homenaje y una medalla conmemorativa del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810, que inició la independencia de España. En la ceremonia se colocó la estatua de Mafalda -obra del escultor Pablo Irrgangn- en este rincón de San Telmo.


Escultura de Mafalda
Aún están las mismas calles de piedra que existían de 1964 a 1973 cuando Mafalda salía publicada en el diario argentino 'El Mundo'. Era una década signada por la prosperidad de la clase media argentina, a la que pertenecía la niña, por entonces de seis años, pero también marcada por la dictadura militar del general opusdeísta Juan Carlos Onganía, que soñaba con emular a Francisco Franco.

Por eso en una de las tiras Mafalda, que sufrió la censura militar, va caminando por la calle y se detiene ante un grafiti: ¡Abajo la dictadu...! Piensa un rato y comenta: "O se le acabo la pintu o no pu termi por razón que son del domin publi". Y en otro dibujo le señala la porra de un policía antimotines a su amigo Felipe: "¿Ves? Éste es el palito de abollar ideologías". Para Quino no resulta sencillo sopesar todo lo que ha significado su célebre criatura. "Hacerla me quitó mucho movimiento", confesó, en referencia a que tanta popularidad terminó eclipsando otras obras suyas.

"¿Y qué diría hoy Mafalda de Obama?", le preguntaron sus fanáticos. "Nada", dijo el artista, que no parecía muy entusiasmado. Quino volverá a marcharse de Argentina ("No reconozco a Buenos Aires o la reconozco arruinada", criticó el artista) pero aquí se queda la escultura de Mafalda y su espíritu humanista. Aquella niña adicta a los Beatles, que odia la sopa, sueña con la paz mundial, y siempre deja pensando al lector.

Frases célebres de Mafalda y sus amigos

-"Las ideas no se matan, sólo se machucan".

-"Dado que los diarios no dicen la mitad de las cosas que pasan y dado que la mitad de lo que dicen es mentira, la conclusión inevitable es que los diarios no existen".

- "Me pregunto si la vida moderna no estará teniendo más de moderna que de vida"
-
"Debes seguir siempre la senda del bien. ¡Y también!... con el embotellamiento que debe haber en la autopista del mal".

- Manolito: "Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás".

- Felipe: "Nunca falta uno que sobra" / "¿Por qué justo a mí tenía que tocarme ser como yo?".

- Miguelito: "Trabajar para ganarse la vida está bien, pero por qué esa vida que uno se gana trabajando tiene que desperdiciarla trabajando para ganarse la vida?".

sábado, 15 de agosto de 2009

Mapuches, reaccionan ante la continua represión


La antigua guerra a muerte contra el mapuche

Tito Tricot

Dicen los que saben, que los más antiguos de los antiguos estaban hechos de lluvia azul. Y así caminaban por el mundo, pintando mariposas y océanos sin pausa, descansando sólo en las noches más oscuras alumbrándose de luciérnagas tiernas. Algunos dicen que, en realidad, eran dioses orlados de viento que buscaban la mejor tierra para sembrar sueños y, de pronto, sin previo aviso, en una tormenta imposible de relámpagos y volcanes fulgentes, se dibujó en toda su morena hermosura la primera lagmien mapuche. Toda esta tierra es tuya, le susurraron con fuego para que jamás nunca se le olvidara, ni a sus hijos, ni a los hijos de sus hijos. Y así a la gente de la tierra se les dio el Meli Witran Mapu – los cuatro puntos cardinales – para que allí hicieran el amor sin prisa y, también sin urgencia, compartieran los frutos de sus entrañas que eran, les dijeron, de todos y de nadie. Que aquí podrían construir su Mundo y su País, y les dieron choroyes y arrayanes, quilas y bandurrias, lagos y montañas, y en el centro de su corazón les dibujaron un río tan bello y tan azulado que daban ganas de llorar en las desconcertantes madrugadas de rocío virgen. Hilar su Mundo y su País, les dijeron, pero, con un dejo de tristeza y con descomunal pesadumbre, entornaron sus ojos de lluvia para advertirles que desde allende los mares vendrían de yelmo y alabardas para matarlos a todos en nombre de un dios ajeno. Que tuvieran cuidado, porque aquende la muerte se vestiría de uniforme chileno y argentino; y todo se lo dijeron en tiempos en que no existían ni Chile y Argentina, sino tan sólo el Wallmapu, el País Mapuche, su país de tierra fértil y pródiga y, por lo mismo, apetecible por forasteros de distinto signo.

Así, aún perplejos ante la posibilidad de que les arrebataran sus tierras y sus sueños que apenas comenzaban, los mapuche se abocaron a la tarea de irisar su Mundo sustentado en Itrofillmongen, la vida en su conjunto, la biodiversidad, el equilibrio, el respeto. Al bienestar en armonía le llamaron Küme Felen; Küme Mongen a la calidad de vida y Nor-Felen a la ley natural o autorregulación de la naturaleza de las distintas dimensiones del Mundo Mapuche donde habitan los hombres y las fuerzas de la vida desde tiempos inmemoriales. O desde todos los tiempos, que es el tiempo mapuche, el justo que necesitaron para construir el Wallmapu. El país mapuche, que oteaba dos océanos y dos cordilleras, se nutrió de la lluvia azul de los más antiguos de los antiguos y del Ad Mapu para iluminar a los nagche, wenteche, lafkenche, williche, pewenche o puelche, mapuche todos, gente de la tierra para que nunca se les olvide. Y es tan colosal su memoria que no pueden dejar de recordar, aunque quieran. Cuentan que había un anciano tan anciano que era la memoria misma. Vivía allá por Curarrehue con su familia, caballos y ovejas. Se iba orillando la cordillera cazando leones, perdiéndose semanas enteras, a veces meses, en búsqueda del tiro perfecto, porque el puma le destrozaba las ovejas en plena noche sin que nadie se percatara y eso no es justo, decía. Y recordaba cada oveja, cada gallina, cada yegua perdida a manos del león, las suyas y las ajenas, las de ahora y las de ayer, porque nunca hay que olvidar que el olvido es otra forma de morir, les espetaba a sus hijos y nietos alrededor del fogón de la ruka. El mismo lugar donde una noche de temporal les contó sin prevenirlos que conoció en persona a los antiguos de lluvia azul que, incluso, les rozó la piel de agua cuando en una noche de tormenta como ésta quiso averiguar los insondables misterios de los orígenes más remotos del universo. Y supo que desde el cielo cayeron rocas fulgurantes que formaron volcanes y montañas, que de las lágrimas de las estrellas nacieron lagos y ríos tornasoles y que al paso desnudo de la primigenia mujer mapuche nacieron flores bermejas y pájaros encinta. Supo, también, porque lo vio con sus propios ojos, que los mapuche sufrieron el formidable castigo de Chau Ngenechen por haber infringido los principios del Ad Mapu. Y llovió tanto que los mapuche lloraron desconsoladamente, lo que hizo subir aún más las arremolinadas aguas. Entonces más lloraban de pavor y arrepentimiento y más subían los mares y los lagos y los ríos. Se oscureció el cielo con tal fuerza que los aterrados mapuche sólo vieron tinieblas en el horizonte para siempre, dijo el anciano mientras observaba caviloso las lenguas de fuego que crepitaban en medio del invierno. Porque lo vio, nadie se lo contó, porque era la memoria misma, la brasa de una cultura tan antigua como su tierra, pensaron silentes los niños que soñaban con cazar leones por las gargantas andinas.

De pronto, murmuró el anciano, hubo tal estruendo que la tierra se abrió en dos y el agua arrastró a todos los mapuche mar adentro, convirtiéndolos en peces añiles y piedras negras. Parece que se murió un instante el sol, reflexionó, pues cuando abrí nuevamente los ojos asomaron en la cima más alta del monte más alto cuatro mapuche ateridos de frío que decían algo así como: nunca más, lo prometemos, Chau Ngenechen. Nunca más. Un anciano y una anciana, un joven y una joven, eran. Y los niños escuchando fascinados cómo de la muerte renacía la vida, y el abuelo que lo ha visto todo, recordando con amargura el día inclemente cuando su pueblo casi perece ahogado. Pero sobrevivió, para levantarse en todos los rincones del Wallmapu sin olvidar jamás la terrible lucha entre los poderes de la tierra y el mar que, a fin de cuenta, son los estertores del desequilibrio de la Ñuke Mapu ofendida por el egoísmo del hombre. Y el más grande egoísmo arribó desde Europa ataviado de coraza, rodela, cota de malla, casco y calzón de rojo terciopelo, hediendo a viaje de galeón. Y para matar traían sus enfermedades y sus armas: espadas, arcabuces, caballos, cañones, lanzas, ballestas, montantes. Traían la más implacable de las guerras y a un dios blanco de ojos azules que supervisaba diligente masacres y esclavitudes, violaciones y estupros por doquier. Yo sentí la glacial ferocidad de su mirada, cuenta el anciano de Curarrehue, una tarde de primavera cuando quise preguntarle el por qué de tanta crueldad. ¿Es que no les basta con sus propias tierras y sus propios animales?, dije yo con mi palabra. Es mi tierra, gritó con voz atronadora, mi acuarela, mi escultura, mi aguafuerte, mi arpillera, mi vitral, mi mosaico, mi libro abierto, mi orgasmo cósmico. Mi propiedad.

¿Y qué es propiedad?, le interrogué desconcertado. Me miró con desprecio desde las alturas de su ciclópeo porte para reír burlesco: todo lo que no se puede tocar por los siglos de los siglos, amén. ¿Y qué no se puede tocar por los siglos de los siglos, amén, inquirí? Aún con desdén y molesto por haberle interrumpido su siesta, vociferó: los bosques, la tierra, los lagos, los ríos, las montañas, el cobre, la plata, el carbón, los mares, los peces, el aire, los pájaros, el agua, las ruka, los caballos, las gallinas, los pavos, los corderos, el trigo, los chícharos, el merken, las plantas, las cascadas, las risas, las manos, las piernas, el amor, los dientes, los vientres maternos y sus hijos, los sueños, la muerte. Todo lo que es riqueza o puede convertirse en riqueza, rubricó desganado.

Pero, declaré y reclamé, al tiempo que le miraba fijamente a los ojos, turbios como el río en invierno, los más antiguos de los antiguos nos dieron el Meli Witran Mapu para que hiciéramos el amor sin prisa y, también sin urgencia, compartiéramos los frutos de sus entrañas que eran, nos dijeron, de todos y de nadie. Que aquí podríamos construir nuestro Mundo y nuestro País. Y así lo hicimos entre dos océanos, sin premura y sin propiedad alguna, que no la conocíamos; y los pájaros anidaban en cualquier árbol, los lagos se posaban en inesperados recovecos, mientras los ríos fluían sin pausa por entre ventisqueros, bosques y acantilados para besar atónitos el mar, que era también el mar de todos. Y de todos la tierra que se podía tocar por los siglos de los siglos, amen. Es mi palabra, dije, y en ese preciso momento, desde la profundidad de su garganta de plata, brotaron alambres de púa, fusiles, aserraderos, colonos, militares, reducciones, asesinatos, torturas, exilios, migraciones, policías, matanzas y países ignotos que clavaron sus banderas de seda en el corazón del Wallmapu. Entonces, nada fue jamás igual y el anciano con su memoria a cuestas se refugió en la cordillera, pero ya no pudo cazar pumas, porque lo persiguieron, lo acorralaron, lo redujeron, lo radicaron a la fuerza y lo asesinaron a la fuerza en nombre de la civilización. Le usurparon el País Mapuche y le pulverizaron el Mundo Mapuche en nombre de la razón, de la riqueza y de aquella propiedad de la cual hablaba el dios extraño que gritaba la barbarie de los indios.

Y los indios se guarecieron en sus silencios de indio para enfrentarse al egoísmo wingka, mientras bajo las piedras, en los recodos de los ríos, en las copas de los árboles, en los contrafuertes cordilleranos y en el fondo del mar, guardaban sus palabras, sueños, memorias, anuncios y denuncias, virtudes y vilezas, victorias y derrotas, amores y desamores, cantos y bailes, los primeros y los últimos pasos. Con especial cuidado escondieron el mapudungun, su lengua, y el origen del mundo y las leyes de la naturaleza. Todo, según cuentan, en un volcán en llamas donde sólo los kimche conocieron del secreto para evitar que el kimun mapuche ardiera en brasas y ceniza. Fue tal su sapiencia que, en las noches más opacas, desde sus ruka, sus campos y sus montes, salían sigilosos hombres, mujeres, ancianos y niños para dirigirse al volcán de la memoria. Allí recuperaban palabras, ritos, nombres, historias y, por sobre todo, el sueño de libertad que les mantenía vivos mientras el wingka les horadaba el alma. Los mapuche se negaban a morir o desaparecer en la ira de los vientos despiadados que venían del norte a lomo de caballo, en cureñas, de quepís, de sable y bayoneta, de fusil y revolver. Venían de la guerra para hacer otra guerra: de la civilización contra la barbarie, de la chilenidad contra la mapuchidad.

Guerra a muerte, hermano, que se entronizó en el País Mapuche ocupado por la fuerza armada. Guerra a muerte, hermano, que se acuarteló en el Mundo Mapuche ocupado por la violencia chilena. Y a nuestro territorio expoliado le llamaron frontera, cuando, en realidad, la frontera eran ellos; nos llamaron salvajes cuando, en realidad, los bárbaros eran ellos. Le denominan el conflicto mapuche, cuando en realidad el conflicto es de ellos que temen reconocer su indianidad.

Hoy nos llaman terroristas, cuando el terror lo siembran ellos en las comunidades con sus allanamientos y golpizas y bombas lacrimógenas y balazos y muertos. Porque los chilenos comenzaron a asesinar mapuche en el siglo diecinueve, prosiguieron en el siglo veinte y continúan en el siglo veintiuno. Matías Catrileo, Alex Lemun y Jaime Mendoza cayeron en nuestro país ocupado por la fuerza militar. Es por la propiedad que no conocíamos, por los árboles y las aguas, los minerales, los peces, los pájaros. Y la tierra que nos dieron para siempre los más antiguos de los antiguos allá en Collipulli, Temucuicui, Lumako, Neltume. Liquiñe, Lleu-Lleu, Cuyinco, Tirua, en la costa, en la montaña, en los valles, nos dieron, para construir el País Mapuche y el Mundo Mapuche. Es mi palabra, para que nos dejen en paz y simplemente ser lluvia o tierra o mar, dijo el anciano de Curarrehue que es la memoria misma y que caminaba por el sur del mundo mucho antes que los chilenos.

Tito Tricot

Sociólogo

Director

Centro de Estudios de América Latina y el Caribe

CEALC

martes, 30 de junio de 2009

Opiniones de otros para retratar una verdad


Esta vez me tomaré de las palabras de otros para reflejar algo de lo cual se ha hecho pcoa reflexión, y me parece que para "nosotros", los periodsitas, es sumamente importante hablarlo...

Fuente: El mostrador

Para qué queremos periodistas

Todas las labores son vulnerables a la sospecha. Pero en el caso del periodismo la confianza y la fe son elementos extremadamente críticos, porque la prensa es la materia prima de lo público. De seguro todos los periodistas retratados tratan de ser "objetivos" en sus coberturas. Pero precisamente porque la objetividad es un mito inútil, importa ser creíble.

Por Luis Argandoña y Andrés Azócar*

Robert Fisk, corresponsal de The Independent, describe en su libro "La Gran Guerra por la Civilización" la poca sobriedad de algunos periodistas que acompañaron al ejército estadounidense en la primera Guerra del Golfo. A Fisk le molestaba que arriba de los tanques o camiones militares, los profesionales poco a poco olvidaban que su rol no era liberar Kuwait ni crear héroes militares, con quienes muchos incluso se retrataban. Ellos estaban ahí, indica Fisk, para contar la historia no oficial, aquella que es mucho más dura, cruel e injusta. La que las autoridades no están dispuestas a contar.

La reacción que provocó la foto -pero sobre todo el video- de los periodistas chilenos en la Casa Blanca no sólo es justificable. Es también muy necesaria. En una época en que los medios y el rol de los periodistas están en crisis, es importante dilucidar qué es lo esencial del oficio y cuál es su real valor.

Por cierto, a todos nos encantaría fotografiarnos con el presidente más popular del planeta. Obama es un ícono pop y una foto con él es un pedazo de historia. Pero el contexto y el rol importan. ¿Qué habríamos dicho si Michelle Bachelet termina la cita en el salón Oval pidiéndole un autógrafo para su hija a Obama? Los periodistas estaban ahí cubriendo la gira de la presidenta, no haciendo en un tour privado por la Casa Blanca.

Incluso la foto en sí no es grave. Lo poco presentable es el modo de pedirla, el arrebato escolar, la actitud de hincha y la disociación del rol y el momento. Es cierto que minutos antes hubo una pregunta incómoda para Obama -hecha por Amaro Gómez-Pablos -, pero el espectáculo posterior la vuelve frívola en retrospectiva. De hecho, un periodista estadounidense de Reuters se dio el gusto de titular así su nota del chascarro: "¿No hay disculpas por la conspiración golpista de la CIA? Bueno, ¿entonces qué tal una foto?"

El sólo revuelo que generó basta para saber que fue un error. Esta profesión, como todas, exige ciertos costos que cualquier periodista conoce. No podemos pasar por fans aunque admiremos; ni por amigos de las fuentes aunque queramos; ni por estrellas aunque la industria lo pida. El valor de los periodistas es también esos viejos intangibles: la reputación y la credibilidad.

Hoy el periodismo ve con incertidumbre su futuro, y el valor percibido del oficio es cada vez más escuálido. Con Internet, todos son de alguna manera periodistas, y la gente se vuelve implacable frente a quienes reclaman para sí el profesionalismo.

Todas las labores son vulnerables a la sospecha. Pero en el caso del periodismo la confianza y la fe son elementos extremadamente críticos, porque la prensa es la materia prima de lo público. De seguro todos los periodistas retratados tratan de ser "objetivos" en sus coberturas. Pero precisamente porque la objetividad es un mito inútil, importa ser creíble. Y para ello, las formas son cruciales. Ser y parecer. Necesitamos estar seguros de que nuestros periodistas van a ser implacables cuando deban cuestionar a la autoridad, independiente de su cercanía, simpatía o adhesión popular.

No hay ningún periodista que no haya transitado por esta línea delgada. Por cierto, también los medios estadounidenses que hicieron un festín con el "Say Cheese" de los profesionales chilenos. Pero los tiempos no permiten mirar hacia el lado para evitar el mote de tontos graves. En el largo plazo, en esta profesión como en otras, la seriedad y la consistencia siempre pagan más que la fama.

domingo, 24 de mayo de 2009

Este no es un reportaje es un Derecho



He pensado en darle un giro a este blog de reportajes que descubren la ciudad. Para dejar al descubierto algo tremendamente importante que nos involucra a todos: El Derecho a la Información.

Su importancia:
Según el libro “El derecho de la información en Chile”,
la información cumple una función pública, integra socialmente a los individuos a una comunidad, favorece el vivir en sociedad. Todo ciudadano tiene el deber de participar en la realización del bien común, pero su mayor o menor grado de participación en los intereses comunes, dependerá del conocimiento que tenga de los asuntos; formará su opinión con base en el grado de información que haya alcanzado.

Por ello puede asegurarse que la sociedad contemporánea depende de las estructuras informativas. La información es un bien que satisface la necesidad humana de saber y permite una cualificada actuación en la vida ciudadana, que está protegido por el derecho de la información de todos los humanos, pues origina el correlativo deber de informar.

Como se lee en el último párrafo una de las cosas fundamentales en el derecho de la información es el rol del periodista en la sociedad.

Los informantes:
La sociedad al ser conciente de no poder ejercer plenamente las facultades que el derecho a la información le reconoce, se organiza de modo que algunos de sus miembros se dediquen profesionalmente a satisfacer el derecho a la información del sujeto universal.

Por esa razón me parece sumamente trascendental el hecho de destacar que no todos pueden encargarse del deber de informar, es por esto que a los que les interesa verdaderamente este ejercicio, debe profesionalizarse para satisfacer el derecho a la información.

Quiero destacar además que la ley no ampara la profesionalización, ya que no exige la posesión del título de periodista para ejercer este cargo:
En chile cualquier persona puede dedicarse al periodismo y las funciones inherentes y propias de la profesión. La ley enumera quienes son periodistas, y por tanto quiénes pueden utilizar dicha denominación, lo cual carece de toda importancia, al no tener sanción alguna para aquellas personas que ostentan tal calidad sin poseerla.

Quizás nuestro país debería repensar la importancia de los colegios profesionales, porque estos velan por el cumplimiento ético de las carreras, en este caso del periodismo.
Pero incluso para esto es sumamente necesario reformar la constitución política, porque ésta en su artículo 19 Nº16 nos expresa que:

Ninguna ley o disposición de autoridad pública podrá exigir la afiliación a organización o entidad alguna como requisito para desarrollar una determinada actividad o trabajo, ni la desafiliación para mantenerse en éstos.


Sólo quería dejarlos con esta idea y quizás abrir nuevamente el debate de la importancia de la información y de quienes la otorgan diariamente. De esta manera si más personas se interesan y continuamos haciendo públicos estos temas, podemos construir así una sociedad más informada, igualitaria y justa.

lunes, 18 de mayo de 2009

Benedetti vive en la palabra


Falleció ayer, con más de 80 obras en sus 88 años de vida. Un tremendo poeta que no nos deja, porque ha llenado el espacio con palabras que han quedado pegadas en generaciones, que mantendrán vivo su sentimiento.


martes, 5 de mayo de 2009

Marcha primero de Mayo 2009



Este es un artículo que escribí el año pasado sobre el Primero de mayo, salvo algunos detalles, creo que aún se sostiene y se puede utilizar para apoyar el video que subí de este año.

Más de 15 mil personas conmemoraron el día del trabajador en una marcha pacífica por la Alameda

“No hay que tenerle miedo al primero de mayo”


Jueves 1 de mayo 2009.


Banderas de diferentes colores y significados desfilaron por la vereda norte de la Alameda con un solo objetivo, conmemorar el días del trabajador en una histórica fiesta ciudadana. En la celebración marcharon jóvenes, estudiantes, payasos, etnias indígenas, niños acompañados por sus papás, trabajadores, personas mayores de 80 años y hasta un burro.


Por Magdalena Gacitúa.


En Chile 28 ciudades a lo largo de todo país conmemoraron el día internacional del trabajador. Según la intendencia, en Santiago fueron más de 15.000 personas las que participaron de la fiesta ciudadana celebrada en la vereda norte de la Alameda. Aquí se vieron desfilar organizaciones laborales de diferentes sectores como la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), CEPCH (Confederación Nacional de Sindicatos, Federaciones y Asociaciones de Trabajadores del Sector Privado), ANEF (Agrupación Nacional de Empleados Fiscales) y otras agrupaciones. La marcha fue convocada a las 10:00 frente a Estación Central y ésta empezó a avanzar media hora más tarde hacia el escenario central en la calle Alameda con Brasil.


La actividad del primero de mayo en Santiago se desarrolló de manera bastante tranquila, en esta instancia se vieron desfilar a personas de todas edades incluso a mayores de ochenta años como a don Gerardo Maza de 86 años. El fue a su primera marcha a los siete años junto a su padre y desde entonces jamás se ha perdido una manifestación de esta fecha, “pese a que hubo dictadura de Gonzáles Videla y de Pinochet, siempre estuve en los primeros de mayo en distintas partes, aunque se celebrarán de manera clandestina”, comenta Gerardo Maza y después afirma “Para mi ésta es la representación de la clase obrera, del proletariado, es una de las pocas formas de lucha que van quedando y hay que aprovechar esta instancia”.


Como el papá de don Gerardo muchos otros padres decidieron traer este primero de mayo a sus hijos para participar de la fiesta ciudadana. Es el caso de Loreto Salinas de 32 años, que pese a todos los desmanes que los medios siempre transmiten en esta fecha, decidió salir junto a sus hijos Gabriel de dos años y Vicente de 4 años. “Yo vengo aquí porque es importante revindicar los derechos de los trabajadores y quiero que mis hijos sean parte de este proceso. Los traigo porque no tengo miedo a lo que sucede en la marcha, porque sé que lo que muestran en la tele con respecto a las violencias que se dan en este tipo de manifestaciones, no son más que una pequeña parte de esta tremenda demostración que se lleva acabo el día de hoy”, afirma Loreto.


Los trabajadores se manifiestan


A medida que la marcha iba avanzando hacia el escenario principal donde Arturo Martínez, Presidente de la CUT, daría su discurso. Muchos trabajadores de diferentes agrupaciones alzaron la voz declamaron sus necesidades básicas para trabajar de manera digna. “Me echaron cuando estaba enfermo con licencia médica en mano, aún así no me respetaron”, cuenta con rabia Jaime Cortez ex chofer del Transantiago. “Nosotros apoyamos el movimiento de los trabajadores, porque también somos trabajadores y hemos sido víctimas de malos tratos laborales. En nuestro caso en particular, debemos manejar horas los buses y muchas veces no tenemos como bajar a ir al baño, eso es algo mínimo”, agrega Cortez.


Como Jaime son muchos los trabajadores que aprovechan este día para salir a las calles a manifestarse y a ser escuchados. Ocupan esta ocasión como un deshago y una oportunidad de hacer públicas sus demandas. Por esto mucha gente decide salir a apoyarlos y convertir este momento en una fiesta ciudadana.


El acto finalizó con la infaltable participación del grupo musical Inti-Illimani y cientos de puños en alto mientras se escuchaba la canción “El pueblo unido jamás será vencido”.